En esta vivienda centenaria rehabilitada, la cocina ocupa un lugar primordial. Nuestra colección 45 G resalta en el antiguo patio, donde la luz natural entra por el lucernario y realza su acabado azabache.
Luces y sombras contrastan en un espacio único, semejante casi a un sitio de culto en el que todo está trabajado al milímetro. Incluso las puertas y las escaleras contiguas se visten con el mismo acabado de la cocina, contribuyendo así a la armonía de este espacio singular.
Estudio de Arquitectura: Studio VOM
Fotografía: Francisco Álvarez